· 

INTRODUCCIÓN A LOS MODOS DE ARQUITECTURAR

M. ARQ. EDUARDO VERA LÓPEZ [1]

 

Éste artículo es parte de los escritos elaborados primero para CONACYT y después, para la tesis de maestría "Modos de Arquitecturar. Finales del s. XX, principios del XXI". Lo transcribo dado que un amigo me pidió hablar del tema "cómo se realiza la arquitectura", y bueno, para hablar de ello, primero se debe entender el momento histórico arquitectónico que estamos viviendo.

 

INTRODUCCIÓN

La re-evolución del conocimiento humano[2] está incrementando la cantidad de información que se procesa, caso concreto en la arquitectura. El proyecto arquitectónico cada vez tiende a ser más amplio, requiriendo mayor costo y tiempo que la gerencia de la ejecución de la obra arquitectónica misma; existiendo una proporción de acuerdo a la clase de proceso proyectual y arquitectura a alcanzar. Por lo cual, la labor de los arquitectos será cada vez más compleja y difícil.

Para realizar de mejor forma su trabajo, los arquitectos deben tener claro ciertos puntos; empezando por entender que el proyectar arquitectura es un ejercicio mental, tanto científico y tecnológico como lúdico[3] y, que esto se lleva a cabo mediante un proceso de planeación, programación y dosificación del conocimiento.

Toda vez que el proceso proyectual arquitectónico es un trabajo intelectual (problema de conocimiento), por tanto, a menor conocimiento previo, mayor problema al momento de proyectar. Otro punto a mencionar, es que el proyecto arquitectónico –entendiéndose como el proceso de conceptualización, expresión y representación de las ideas o “memes”[4], que al madurar serán los cimientos de la nueva arquitectura apenas incipiente-, está constituido por “elementos o fases substanciales”[5] que se articulan, nutren y soportan, como son:

Documentación.- Realizada como sustento de la etapa de visualización (conceptual); donde se profundiza en los hechos y menesteres propios, que se verán integrados en el proceso y el producto arquitectónico.

Visualización[6].- Conceptualización. Concepción. Realizada a través de un ejercicio mental y motriz, donde se genera lo que posiblemente sea el o los múltiples esbozos del futuro objeto arquitectónico.

Simulación.- Alternativas. Anteproyecto. En ésta etapa se lleva a cabo el desarrollo de alguna idea o concepto sobre otros que pudieron ser considerados durante la etapa anterior, pero por carencia de las atenciones arquitectónicas requeridas o la falencia de algunos factores concernientes a la arquitectura misma, no pudieron gestarse y, “fenecieron antes de ver la luz.”

Cabe mencionar, a medida que la documentación se incrementa, así como la visualización y la simulación se nutren, el proyecto arquitectónico se complejiza debiendo regirse por nuevos órdenes; si antes se realizaba un proyecto con menor número de elementos y atenciones arquitectónicas[7] y, su proceso conceptual (visualización) y representación (simulación) eran más simple; ahora el proceso es más amplio y también su sistema de representación[8] (expresión gráfica). Esto es, hay un sistema de representación que utiliza el arquitecto para entenderse y aclarar sus pensamientos e ideas, y otro sistema representativo que utiliza el arquitecto para mostrar sus ideas, inclusive posterior a la realización del proyecto o, del mismo objeto arquitectónico.

Sin embargo, existe un punto de dicotomía en el actual proceso proyectual arquitectónico, y es que mientras más avancen los conocimientos tecnológicos y de pensamiento, se buscará que los objetos arquitectónicos a proyectar sean lo más simples y fáciles de construir, así como mejores y más seguros con respecto a sus predecesores. Para lo cual se requerirá mayor cantidad de datos, y estos se necesitarán procesar, organizar, jerarquizar y transmitir. Dicho de otra manera, debido a la cantidad de información sintetizada en “planos, esquemas, modelos”, el objeto arquitectónico tenderá a ser más fácil y simple de construir; mientras que el proyecto arquitectónico tenderá a ser más difícil y complejo de realizar, por la integración misma de dicha información. Para lo cual, será indispensable utilizar durante la ejecución del proceso proyectual nuevos órdenes en su estructura del proceso proyectual arquitectónico, tanto en el uso de nuevas herramientas gráficas, como en las atenciones a los distintos elementos y codificación en los detalles arquitectónicos.

 

NUEVOS ÓRDENES.

Actualmente, la arquitectura –tanto el proceso proyectual como el constructivo- ha profundizado su campo de investigación, apoyándose de otras disciplinas a través de trabajos multidisciplinarios, sobre todo para la realización de proyectos arquitectónicos de cierta envergadura. Cuando se dice esto, no siempre se refiere solamente a cuestiones económicas; en ocasiones pasadas, ha habido “ejemplos”[9] de eventos histórico-culturales que han tenido mayor relevancia que otros de carácter comercial, en la realización de proyectos; claro está, con la solvencia económica y técnica suficiente para llevarse a cabo. Posiblemente, situaciones actuales en el plano internacional, que de forma coyuntural “afecten el bienestar de la población humana”[10], permitan realizar ensayos en la materia y encontrar nuevas alternativas, las cuales podrán ser consideradas “paradigmas” en los avances prospectivos en el proceso proyectual arquitectónico.

En éstos casos se puede observar, que el proceso proyectual arquitectónico se potencializa al grado de requerir para su realización de diversos estudios (etnográficos, antropomórficos, entre otros), como si se tratara de realizar estudios de mecánica de suelos, de impacto ambiental, cuando estos eran una novedad.

También, al tratar con profesionales de otras disciplinas –ingenieros civiles, eléctricos, topógrafos, contadores, administradores, economistas, y otros-, el arquitecto enriquece su acervo cultural y hasta utiliza términos, herramientas e instrumentos de otras disciplinas.

En ocasiones, aun desconociendo procesos y terminologías –esto debido a la vastedad de información a ordenar y transmitir en la proyección-, en un plano más general y afín a todos los profesionales, éstos coinciden y aportan, al producto arquitectónico, todo el conocimiento generado para resolver problemas concretos en la generación de espacios arquitectónicos.

Cuando el arquitecto tiene una amplia cantidad de elementos significativos que le darán vida al objeto arquitectónico, hace uso de éstos, procesa ésta información, jerarquiza unos datos sobre otros, que al transmitirlo da como resultado en detalles arquitectónicos, elementos compositivos, pieles sobre la estructura o hasta el mismo partido arquitectónico.

Todo éste análisis de datos previo –llevados a cabo durante la fase de documentación-, al sintetizarse en el proyecto arquitectónico a través de gestos particulares del proyectista, genera los modos tan característicos del arquitecto o hasta de una arquitectura[11] en particular.

Es por ello, al observar un objeto arquitectónico concreto, se puede decir que fue realizado por determinada persona, sea porque ella transmitió al proceso proyectual una particularidad distintiva.

Éstas particularidades arquitectónicas –como el uso de los materiales tectónicos, de los colores, de las texturas; el objeto arquitectónico como escultura; las sensaciones generadas por los espacios, por la iluminación-, están vertidas en el proceso al momento de jerarquizar los datos y, dar mayor relevancia a unos datos sobre otros.

Así es como se observa, que algunas arquitecturas, reflejan el modo de proyectar de un arquitecto –La tectonicidad de la arquitectura para Morphosis; la perspectivación (el rompimiento de la perfección visual) de la arquitectura para Zaha Hadid; o las cuestiones de sostenibilidad (en todo el sentido de la palabra) para Renzo Piano-. En ocasiones, no entendemos a bien cómo se generó su arquitectura, de qué elementos partió, cómo fue que llegó a ese producto.

Cabe señalar, que en ningún momento se dice que la cantidad tan significativa de datos, genere la especialización de la profesión, sino se trata de decir que el arquitecto manejará mayor cantidad de datos –en parte gracias a las nuevas tecnologías-; generando otras circunstancias, como las siguientes[12]: 

Los profesionales que realicen arquitectura serán los arquitectos, diferenciándose de aquellos técnicos en arquitectura, que manejen una parcialidad del total de la información.

Continuará una cantidad similar al número actual de profesionales en la arquitectura; aún con el manejo de tanta información, en parte por las nuevas tecnologías; contrario a lo que se pudiera pensar.

La existencia de éste nuevo género de arquitectos y, de sus procesos proyectuales, no eliminará la existencia de arquitectos con modos antiguos; por el contrario, coexistirán ambos, como si se tratase de olas[13] que se entrelazan.

 

INTENCIÓN DE HACER ARQUITECTURA

Para hablar sobre la intención en la arquitectura, primero se debe mencionar algunas ideas al respecto:

La inteligencia es la facultad que distingue al hombre del resto de los animales, ésta se observa, en la forma que él transforma a los materiales ayudado por sus manos, en la intención de cada objeto que fabrica, representando una idea en sí mismo.

Lo que distingue a cualquier objeto arquitectónico de una cueva que puede ofrecerle cobijo, es el conjunto de ideas -pensamientos, sentidos, materiales, tecnologías-, implícitas en el objeto edificado.

El uso de un material o técnica constructiva en particular, ayuda al arquitecto o a un erudito en la materia, a tener una idea de la temporalidad en la concepción del objeto arquitectónico, así como a entenderla; como si se tratase de "las líneas de la palma de una mano para una gitana".

Es cierto que el tiempo de su nacimiento es importante, no sólo en las técnicas constructivas y en los materiales, sino en datos que encierran éstos aspectos y el objeto mismo: Tendencias existentes, filosofías influyentes, maneras de pensar, la relación con los demás objetos arquitectónicos que lo acompañan, de los visitantes que resguarda, etc.

No hay que olvidar, la arquitectura al igual que otras disciplinas, como puede ser la medicina, está al servicio del hombre, busca remediar o aliviar males actuales para un bienestar futuro. Por lo que se puede deducir que la arquitectura avanzará en la dirección que le indiquen los pensamientos y filosofías de la época en que le corresponda existir, sin mostrar menosprecio y abstención en el uso del acervo cultural y de conocimientos históricos acumulados.

Así también, es necesario previo a la realización de la arquitectura, saber cuál es el objeto arquitectónico -si es una vivienda o un comercio, cuántas personas lo habitaran, en qué tipo de clima se localizará, etc.- Tener conocimiento de cuáles son las maneras de complementar o equilibrar estas cuestiones, -a través de una lógica constructiva, de estudios específicos, etc.- o al menos, cómo se ha hecho con anterioridad.

 

MODOS DE ARQUITECTURAR

Hablar de “modos proyectuales en la arquitectura” es referirse a la manera tan particular en que un sujeto –el arquitecto pensante y actuante-, proyecta al objeto arquitectónico; a diferencia de lo que podría entenderse como la forma en que se lleva a cabo el proceso proyectual, siendo que eso es la metodología proyectual.

Hace unos siglos el modo de realizar arquitectura fue a través de la composición arquitectónica, existiendo para ello una serie de reglas a seguir, dictadas por las Academias de Arte. El arquitecto, profesional encargado de realizar el objeto arquitectónico, requería de una determinada cantidad de conocimientos y habilidades –P. Ej. De construcción, aunque él no fuera a construirlo, ya que contaba con los obreros de la edificación-. Sin embargo, existieron casos excepcionales, algunos personajes avanzados a su época, cuyos pensamientos e investigaciones sirvieron en el desarrollo futuro de la arquitectura, algunos de forma directa y otros de forma colateral, como es el caso de Viollet Le-Duc[14].

Posteriormente, el desarrollo proyectual se agilizó y acrecentó hacia finales del siglo XIX, debido al desarrollo humano; así es como a principios del siglo XX, los modos anteriores de crear arquitectura, son superados por cuestiones como la “función y la forma”, en la elaboración del proyecto arquitectónico, y la utilización de nuevos materiales –como el uso del concreto, el acero, y el vidrio-, e instalación especiales -como el uso de los ascensores y el aire acondicionado-, en la construcción del objeto arquitectónico.

Más adelante, en la segunda mitad del siglo XX, el desarrollo proyectual se acrecentó y, como sucedió con los anteriores modos de creación arquitectónica, los conocimientos previos se obvian, dándose por sentado, en busca de nuevos modos de creación arquitectónica a partir de conceptos más específicos.

Para finales del s. XX, y principios del XXI, el proceso proyectual comienza a emanciparse de todo lo que podría pensarse como una teoría del proyecto arquitectónico, a través de la cual se elabora el producto arquitectónico. Y comienzan a destacar en la esfera internacional arquitectos que trascienden debido a sus estudios proyectuales y a sus arquitecturas generadas.

Los procesos proyectuales de arquitectos contemporáneos y vanguardistas dejan entrever la ausencia de una metodología particular, en la realización del proyecto, dándole mayor importancia a particularidades; como si se tratara de considerar unos elementos del mismo como parte de la figura[15] arquitectónica, mientras que otros elementos terminan siendo el fondo arquitectónico.

Estos arquitectos sintetizan sus modos proyectuales, de acuerdo a la naturaleza de sus intenciones y pensamientos arquitectónicos, como piensan y ven a la arquitectura, utilizando o creando nuevos lenguajes, muy sutiles en ocasiones, usando recursos de muy diversos lugares y disciplinas (Ej. Sinestesia[16]); o no hay que olvidar que cualquier medio de comunicación posee una "estructura lingüística"[17] y, la arquitectura es en sí un lenguaje.

 


[1] Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana y; de la Maestría en Procesos y Expresión Gráfica en la Proyectación Arquitectónica y Urbana (MPEG), de la Universidad de Guadalajara.

[2] Actualmente se está redefiniendo el término “evolución” (en pos del avance humano), ya que la profundidad y desarrollo del conocimiento, está permitiendo que la humanidad se encuentre en una “revolución” constante y sin paralelo en la historia.

[3] El término lúdico, también hace referencia a un proceso cognitivo; investigaciones recientes permiten comprender de mayor forma, que las actitudes y aptitudes infantiles desarrolladas en forma lúdica, tienen un sentido cognitivo muy profundo.

[4] Dollens, Dennis. “De lo digital a lo análogo ”. (Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 2002).  Pág. 19. "...las ideas pueden estar vivas y replicando transmisores culturales..."

[5] Este desglose del proceso proyectual arquitectónico –Documentación, Visualización y Simulación-, permite comprender de forma lógica las ideas que se mencionan posteriormente;  está constituido por pensamientos y definiciones de diversos autores, que al calce bibliográfico se enlistan.

[6] Dennis Dollens, en su libro, “De lo digital a lo análogo”, manifiesta el uso constante de ésta etapa, recurrente en el proceso proyectual. Sin embargo, ésta etapa queda suelta, al ser parte de otras más, las cuales dan soporte a ésta, y de la misma forma, dan sentido a su definición. Por ello, acá se hace incapié en el uso de éste término ligado a los otros dos, la documentación y la simulación.

[7] Algunos pensadores, caso concreto, Javier Seguí, consideran que el proceso proyectual está constituido por atenciones arquitectónicas.

[8] Philipe Boudon menciona que las herramientas gráficas, caso concreto, el dibujo “como forma de entender y entenderse entre los profesionales de la arquitectura” contiene tres características substanciales: 1) Representante. 2) Representado, y 3) Referente.

[9] Christopher Alexander, en su libro “Función de la arquitectura moderna”, menciona que la riqueza de propuestas arquitectónicas no solamente se da en países ricos sino también en los pobres, esto porque mientras los primeros tienen los medios para realizarlos, a los segundos les imperan las necesidades para resolver problemas arquitectónicos.

[10] Podría darse una re-evolución arquitectónica producto de un evento como “una epidemia” en el sistema de salud global; que devendría en una atención mayor a los modos de construcción y proyectación de los espacios. (Ej. La enfermedad del “sida”).

[11] Durante el desarrollo de la arquitectura, se han observado distintas formas de arquitectura, sobretodo durante el siglo XX, existieron “tendencias” y “paradigmas”.

[12] Éstas son reflexiones personales.

[13] La analogía de olas, parafrasea al libro de Alvin Toffler, “La tercera ola”.

[14] Cuando se menciona a Le Duc como un avanzado a su época, se refiere a que sus investigaciones posibilitaron el desarrollo de la arquitectura de su época hacia la arquitectura moderna. Dicho de otra forma, sus pensamientos e investigaciones realizadas en el siglo XVIII, fueron soporte para la generación de la arquitectura del siglo XX, entre otros arquitectos.

[15] FIGURA Y FONDO.- (Edgar Rubín, crítico de arte danés, tomó prestado estos términos de la psicología gestáltica y, alrededor de 1915 comenzó a utilizarlos para discutir los parámetros de la percepción visual). Todas las situaciones culturales están compuestas por un área de atención, FIGURA y, un área de desatención, FONDO.

[16] SINESTESIA.- El cambio de impresiones de una modalidad de sentido a otra, es un hecho que ocurre en todas las lenguas. Funciona en ambos sentidos. Ej. Se habla de colores fuertes o sonidos brillantes; una voz aterciopelada, o una luz fría; y todos comprenden qué se está diciendo.

[17] Todos los medios de comunicación y, en nuestro caso la arquitectura, poseen una estructura fundamentalmente lingüística. No sólo es como el lenguaje, sino que en su forma esencial es un lenguaje, cuyo origen proviene de la capacidad del hombre de extenderse a través de sus sentidos hacia el medio que lo rodea.

Escribir comentario

Comentarios: 0